"Tengo 21 años y estoy enamorada de Dios"

"Hacemos lío"

Creatividad, ganas de acercar a la gente a muchas personas, dinamismo, alegría, iniciativa, espíritu crítico… Estas son algunas de las cualidades que los jóvenes consideran que aportan a la Iglesia.

“Hay una frase que los jóvenes no pueden aceptar y es el: "Es que siempre se ha hecho así". Los jóvenes piensan: Y qué, pues lo hacemos de otra manera. Gracias a los jóvenes, la Iglesia progresa, innova", afirma Miriam Díez, teóloga y directora del Observatorio de Blanquerna de Comunicación, Religión y Cultura.

El Papa Francisco, de hecho, en su exhortación apostólica Christus Vivit, dirigida a los jóvenes les animaba: “No sean autos estacionados, mejor dejen brotar los sueños y tomen decisiones. Arriesguen, aunque se equivoquen. No sobrevivan con el alma anestesiada ni miren el mundo como si fueran turistas. ¡Hagan lío! Echen fuera los miedos que los paralizan, para que no se conviertan en jóvenes momificados. ¡Vivan! ¡Entréguense a lo mejor de la vida!”.

"Hacemos lío, como nos dice el Papa", afirma Emma, creyente de 21 años. Y es que muchos jóvenes laicos, sobre todo en estos últimos años, han seguido estas recomendaciones del Papa Francisco y han “hecho lío”, han creado nuevas formas para poder transmitir ese mensaje de Jesús que han descubierto a otros jóvenes como ellos, adaptando ese mismo mensaje evangelizador a las nuevas formas, a aquellas herramientas que los jóvenes ahora utilizan: música pop, las redes sociales, oraciones con mucha luz y música, ilustraciones cristianas… Estas son solo algunas de las propuestas que los jóvenes están desarrollando. 

Estas nuevas formas que fomentan los jóvenes son fruto de una necesidad de la Iglesia de adaptarse a la sociedad actual. "También a la belleza actual", como afirma Sergi Castellà. "La Iglesia, después de haber perdido el privilegio de ser la ideología dominante para interpretar el mundo, busca nuevas formas, nuevas imágenes para volver a ser relevante para las personas, para interpelarlas”.  Y, añade: “Estas nuevas formas son siempre sensibles, estéticas”. Los jóvenes son conscientes de que la belleza acerca a Dios, pero son conscientes también de la necesidad de adaptarse a la belleza actual.

“Las nuevas generaciones dan más importancia a la imagen y al sonido, al audiovisual. En la sociedad de hoy se da más importancia a la sensibilidad, pero de manera más irracional. En cambio, las generaciones lectoras (las anteriores) son mucho más reflexivas y menos sensibles” opina el sacerdote Lluís Tusquellas. En consecuencia, en “los métodos de evangelización nuevos, lógicamente la imagen y el sonido entran mucho más: la gente canta, la gente organiza unos escenarios que impresionan….”, añade Tusquellas.

Héctor de Arriba, joven que trabaja en el Secretariado de Pastoral con Jóvenes del Arzobispado de Barcelona, explica que lo audiovisual atrae mucho a los jóvenes. “¿Por qué gustan tanto las JMJ (Jornadas Mundiales de la Juventud)? Porque hay un momento de encuentro de jóvenes de diversos lugares del mundo, pero también porque hay un despliegue audiovisual brutal”. Héctor considera que “lo audiovisual fomenta la experiencia”.

La música ha sido un medio habitual para llegar a Dios a lo largo de todos los tiempos. Pero sobre todo en la actualidad, para muchos jóvenes, “la música es un atajo para conectar con Dios”, explica Xènia, creyente de 19 años.  Además, esta música también ayuda a reforzar el sentimiento de grupo, un sentimiento colectivo: “Cuando cantan, con la batería, todos allí, a veces te pones casi a aplaudir. Es familia, es unión, es una experiencia de vida. La música permite potenciarlo todo al máximo”, añade Xènia. 

Esta música que escuchan ahora los jóvenes para "conectar con Dios"-como dicen ellos- es una música nueva, adaptada, que muchos grupos de jóvenes están creando para transmitir el mensaje a otras personas.  Actualmente hay numerosos grupos de música pop cristiana en todo el mundo, que cantan en celebraciones, como en las misas, o en momentos de oración. En Cataluña, por ejemplo, un ejemplo es Worship.cat, que traduce canciones de alabanza protestante al catalán para adorar a Dios.

Emma de Ribot fundó recientemente, con otros compañeros , otro grupo de música, el grupo TUYO. Este grupo “intenta ayudar a la gente a acercarse a Dios hablando sobre el amor de Dios ”, como explica Emma.

El movimiento juvenil Hakuna, un movimiento que se empezó a formar en 2013, sacó en el 2015 su primer disco de música católica. Actualmente tiene 4 álbumes en Spotify con más de 54000 oyentes. “Yo creo que Hakuna nació de la iniciativa de gente que le gustaba cantar y que veía en ellas una buena forma de llegar a Dios. Uno de sus focos principales es el boca a boca, la gente invita a amigos, el mensaje es muy atractivo...”, explica María Teresa, creyente de 21 años.

Esta adaptación de la religión a la cultura audiovisual no solo se ha hecho a través de la música, sino que también se han producido películas y series cristianas, como la serie reciente The Chosen, que ha tenido más de 162 millones de visualizaciones. 

En Barcelona, recientemente han estado en los cines películas católicas como “Vivo”, producida por Hakuna, y “Amanecer en Calcuta”. En 2019, se llevó a cabo, en Barcelona, una obra de teatro católica por parte del movimiento Hakuna, Godspell, que se representó en más de seis ocasiones.

Hakuna, además, también destaca por sus “Horas Santas”, es decir, por las adoraciones que realizan semanalmente, que intentan hacer atractivas sobre todo a nivel visual, así como con luces, música… 

Javi Navas, de 25 años, uno de los impulsores de Hakuna, explica qué es Hakuna para él:

Otros jóvenes deciden, también, aprovechar su talento artístico y, en los últimos años han nacido varias cuentas en redes sociales que se dedican solamente a la ilustración de motivos religiosos. “Hay muchas cuentas en Instagram de jóvenes que están dibujando a Jesús, a la Virgen, de forma mucho más cercana”, cuenta Emma. @Patite es un ejemplo de esto.

Por tanto, otra de sus adaptaciones es una adaptación tecnológica. “Se ha de estar en el mundo digital. Sería una negligencia pastoral no estar ahí. Y la Iglesia está, por ejemplo, en Tik Tok: las monjas que explican su vocación, los sacerdotes que rezan el rosario mientras suben y bajan escaleras…”, enfatiza Miriam Díez. Por eso, cada vez son más las cuentas de “influencers” católicos, o de religiosos con redes sociales, o de sacerdotes en Tik Tok que bailan una música cristiana o que resuelven dudas sobre la fe católica en vídeos de menos de un minuto. 

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Y en esta adaptación tecnológica los jóvenes creyentes juegan un papel clave. Emma de Ribot, por ejemplo, durante la cuarentena, se creó un Instagram para evangelizar a los jóvenes como ella.  

Las redes sociales y las nuevas tecnologías también favorecen que haya más jóvenes que conozcan la Iglesia, ya que, aunque no hayan sabido nada de ella por sus entornos, la pueden conocer a través de internet. Lo mismo sucede, dentro de la Iglesia, con los distintos movimientos y carismas. Actualmente en Barcelona, gracias a las redes sociales, todos los cristianos de distintos carismas, movimientos o parroquias están conectados por las redes, y así pueden apoyarse mucho más. 

Las redes sociales también son un lugar que fomenta la creación de iniciativas católicas, como Lift, una marca de ropa cristiana creada por jóvenes. “Nuestra misión es evangelizar a través de la ropa, mostrar que los católicos somos gente “guay”, que no somos raros. Además, todo el dinero recibido se destina a asociaciones de acción social”, explica Edu Fité, uno de los creadores de esta marca. 

En las actividades que se hacen con jóvenes se intentan aprovechar todas estas nuevas formas para atraerlos y, de este modo, hacer más atractiva la fe católica. Un ejemplo son las actividades llevadas a cabo  por el Secretariado de Pastoral con Jóvenes del Arzobispado de Barcelona, el equipo del Arzobispado que se encarga de trabajar con los jóvenes. Este año 2021, el 17 de abril, organizaron el evento Betel. Héctor explica que, inspirados en la organización de los eventos Seek, organizados por Focus en Estados Unidos, hicieron un “gran despliegue audiovisual” para intentar fomentar que los jóvenes tuvieran una experiencia”. 

Por tanto, los jóvenes, una vez han tenido este descubrimiento personal y viven su día a día con Dios, crean distintas formas atractivas, desde música a ilustración, para intentar transmitir el mensaje de Jesús de forma atractiva, como ellos cuentan y demuestran.

Un ejemplo de ello es Emma de Ribot, una joven católica que, con tan solo 21 años, es una de las creadoras del grupo TUYO, fue una de las impulsoras de la metodología Lifeteen en Barcelona, se creó un Instagram dedicado a la evangelización, y es servidora, es decir, ayuda, en los retiros de Effetá en Barcelona, Solsona, Girona y Tarragona.

Con todo esto, estos jóvenes se muestran esperanzados sobre el futuro: “Vamos a hacer que la Iglesia prospere y que motive a mucha más gente para que escojan nuestro camino, porque es un medio de vida que nos hace súper feliz” opina Xènia.

¿Cómo esperan los jóvenes que la Iglesia prospere?